Ir a una entrevista de trabajo supone la actividad más estresante y retadora dentro de un proceso de búsqueda de empleo. Supone estrés porque sabemos lo decisiva que es la entrevista a la hora de seleccionar el candidato que cubrirá una vacante.
Dentro de una sociedad tan competitiva, la imagen y la actitud será fundamental a la hora de exponernos a la entrevista de selección. En cuanto la imagen es conveniente vestirse de manera neutral o sobria, en un estilo empresarial. Por más juvenil que pueda ser la organización valorarán una imagen neutra, al momento de la entrevista.
Normalmente los reclutadores tienen un perfil previo de búsqueda y las personas luchan por encajar en él, cayendo en un error. Lo recomendable es ser lo más natural posible y sin duda afirmar lo que puede ser el aporte sustancial que daríamos a la empresa en el caso de ser contratados.
La imagen que proyectamos en cuanto vestimenta y actitud emocional es fundamental. Es conveniente proyectar seguridad, optimismo y madurez. Las organizaciones valoran las personas confiables y sólidas que puedan integrarse rápidamente en la organización.
Es recomendable acostarse temprano la noche antes de la entrevista. Comer comidas ligeras y de rápida digestión. Llagar puntual y repasar en la mente algunas de las preguntas que supongamos que nos realicen. No está de más realizar algún ejercicio de relajación y visualización que nos ubique en donde queremos estar.
Por último, ten en cuenta que como todo en la vida podemos acertar o errar. Y el no ser elegidos no significa necesariamente que hemos cometido algún error. Simplemente en ese momento no cubrimos el perfil que buscan o existe algún candidato que lo cubre más adecuadamente.