Por: Dra. Rocío Belandria
El libro los siete habitos de la gente altamente efectiva, se ha convertido en best seller y con su fama ha traído a escena cada uno de los siete principios. El último hábito si se quiere, es, el más importante en lo que tiene que ver la salud y la calidad de vida: «afilar la sierra».
Ya en notas pasadas al hablar del ocio sano sentaba la importancia del descanso, para el equilibrio psicofísico. Pero merece una nota especial para este hábito. Afilar la sierra es el principio de la renovación física, mental y espiritualmente.
Afilar la sierra toma la metáfora del leñador que hace un alto en el trabajo para acondicionar su herramienta de trabajo y tomar un merecido descanso, para posteriormente continuar el trabajo y hacerlo con la misma efectividad.
A lo mejor muchos de ustedes no conocen la historia del leñador así que me doy dar a la tarea de contarla. Esta era una vez dos leñadores que se encontraban en un gran bosque, lleno de árboles frondosos. Los dos eran muy competitivos y estaban decididos en mejorar la marca de árboles cortados y así poder ganar al otro leñador. Uno de ellos se dispuso a trabajar de forma esmerada y sin parar ni un solo minutos hasta lograr alcanzar la meto. El otro leñador decidió hacer pausas de 10 minutos cada dos horas. En ese tiempo «afiló su sierra» y descansó para retomar su actividad con ahínco. Al final de la jornada para sorpresa del primer leñador, el segundo había logrado cortar más árboles y lo había hecho de mejor manera. La lección ya estaba aprendida, Los resultados dependen del proceso y el cuerpo, la mente y las herramienta necesitan descanso y acondicionamiento.
Ahora ¿cómo afilar la sierra?. Es necesario acondicionar cuerpo, mente y espíritu. Ayuda mucho, en lo que el cuerpo corresponde, descansar, comer y dormir adecuadamente. En cuanto a la mente es conveniente juegos que incentiven la creatividad y la memoria. En cuanto a el espíritu la meditación y las actividades de introspección.