Pocas cosas son tan importantes para la salud como el buen dormir. El buen dormir nos equilibra y es sin duda el descanso merecido a un día copioso de trabajo.
El buen dormir no es más que el sueño reparador de al menos 7 horas, aunque no niego los beneficios para la salud de la siesta, dejaría ese tema para una próxima entrega, ya que la siesta merece un capítulo y discernimiento aparte.
El buen dormir es un hábito y como tal depende de una rutina. Desde niños nuestros padres nos enseñan el hábito de dormir, a una hora fija y con un ritual que al ser adulto variamos un poco, pero que siempre es sano conservarlo.
Es al dormir cuando el cuerpo y la mente sobretodo descansan, por que asi soñemos la mente se encuentra en reposo. Dormir bien, según los médicos, previene la depresión y las enfermedades mentales. Una persona que no ha dormido bien por días se le nota irritable y desconcentrada además que cansada.
Para un sueño sea reparador la persona debe acostarse a dormir sin preocupaciones, debe el cuarto y la cama estar dispuesto para el descanso sin luces fuertes o sonidos estridentes. El cuarto debe ser el santuario del sueño y no un escenario de discusiones y riñas que incomoden el buen dormir.
Para un sueño reparador además no se debe haber cenado con comidas pesadas y grasosas. se debe y disponer de un pijama cómoda y limpia. Importante en este último punto el tema de la limpieza y la comodidad de la ropa de cama que más que bella debe ser funcional para el buen dormir.
Recomiendo además no tomar café en la tarde o en la noche. Aunque a mucha gente le ayuda tomar un té caliente relajante antes de dormir, o un vaso de leche; ya eso depende de cada persona.
Leer antes de dormir, es aconsejable si la lectura no es inquietante y no está en el móvil. Hago mención del móvil porque la mayoría de los expertos no recomiendan el uso de móviles, tablets u ordenadores al menos una hora antes de dormir. Pero, como dormir es un hábito, si ya la persona está acostumbrada a la lectura o uso de estos dispositivos, se le hará difícil sustituirlo por otro ritual.
